De eso se trata una relación, de dejar a un lado todas esas pequeñas cosas que desvían lo más importante, el cariño del uno por el otro.
Cuando hay tranquilidad en la pareja. Todo tiene más sentido. Un corazón feliz, piensa mejor y alegremente pasa los días amando.
Hay paz en mí... Porque tú me la das.
Hay paz cuando la persona que amamos con sus detalles y cosas cariñosas nos trasmite ese paz que no debemos perderla.
Así como unos sienten paz por estar rodeados de paisajes, yo tengo es por estar contigo.
Esa persona que le da calma a nuestra vida, merece el mundo entero.
Merecemos un amor bonito, que nos amen como si no hubiera más nadie a quien amar.
Es mejor la paz que la guerra, por eso elijo amarte.
Pensemos en nosotros, es mejor tener el mundo acomodado que por acomodar, quien está contigo está para arreglarte el corazoncito.
Tú paz me alivia el alma.
Es bonito encontrar alguien que produzca esa calma, que le alimente a uno.
Si te genera paz, ahí es.
Encontrar un amor que produzca todos los deseos hermosos que sea, eso es haber encontrado la felicidad en la tierra.
Y si hay paz, hay todo.
Comparte con felicidad, ese sentimiento bello, de estar en el lugar correcto, y te dan el lugar para allí estar.
Tus besos tranquilizan mi alma.
Para sentirte bien con alguien, debe demostrarte que vales mucho a su lado, es allí donde no se duda nada.
Te elijo a ti, tus besos, tú amor, tu paz.
Un cariño verdadero, es aquel que tú sintiéndote feliz, produces paz a quien te acompaña.
La paz no se consigue con cualquiera, y si hay amor y a la vez puedes estar bien allí, no hay nada más que buscar.
Tú paz, es mi paz.
Que te valoren es parte de esa felicidad que poco a poco se convierte en un lazo fuerte, incapaz de quebrantarse.
Cuando nos dan seguridad, ahí habrá paz.
El amor a ratos, no da ese equilibrio que necesitamos. Nunca dará esa conformidad en nuestras vidas.
Quien te da tranquilidad, da lo que realmente importa.
Una relación puede durar más, si logran dejar a un lado las quejas. Esas son cosas que traen malas vibras.
Las tormentas dan miedo, pero el verdadero amor indica donde debemos estar.
Una compañera o compañero que te de esas ganas de amar, vale la pena esforzarse por conseguir que ambos sientan armonía.
Si pacíficamente amamos, es porque todo lo tenemos amándole.
No todas las relaciones son seguras, unas gustan pero después nos damos cuenta de las equivocaciones.
